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CDMX y la inseguridad que NO se va.

  • victoriasaadipalac
  • 21 sept
  • 2 Min. de lectura

Ciudad de Contradicciones: La brecha entre los datos y la realidad.


En la vasta y vibrante Ciudad de México, la seguridad es un tema de conversación constante y, para muchos, un dolor de cabeza diario. Es un tema que nos llena de contradicciones, porque mientras las autoridades celebran una reducción histórica en los delitos de alto impacto, la percepción de inseguridad en las calles no parece ir de la mano con esas cifras. Y es que, ¿cómo podemos sentirnos seguros si la delincuencia se ha vuelto más invisible y astuta?


Según el informe que se recopiló, los datos oficiales nos dan motivos para el optimismo. Se habla de una reducción del 60.1% en delitos de alto impacto y una asombrosa caída del 51% en homicidios dolosos desde 2018. El robo de vehículos, por ejemplo, ha bajado un impresionante 71% en su modalidad con violencia. Pareciera que la estrategia de seguridad está funcionando, con pilares sólidos como el Modelo de Cuadrantes, que divide la ciudad en más de 1,000 zonas para una vigilancia más cercana, y programas sociales como “Barrio Adentro”, que ha ayudado a más de 57,000 jóvenes en situación de vulnerabilidad.


Sin embargo, hay un abismo entre estos números y lo que la gente siente. La Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del INEGI nos lo confirma: a marzo de 2024, el 61% de los mexicanos se sentían inseguros en su ciudad. En la capital, si bien la percepción bajó al 51.5% en el segundo trimestre de 2024, las cifras nacionales repuntaron a 63.2% en julio de 2025. ¿A qué se debe esta desconexión?


La respuesta es la "cifra negra", un fantasma que acecha nuestras estadísticas. Se estima que el 92.9% de los delitos no se denuncian, un número que se dispara a 96.7% en el caso de la extorsión. La desconfianza en las autoridades y la creencia de que no pasará nada con la denuncia son factores clave que mantienen a esta cifra en la oscuridad. Y la extorsión es especialmente preocupante, ya que los datos oficiales muestran una baja, pero las detenciones por este delito aumentaron un 19% entre octubre de 2024 y julio de 2025. ¡Algo no cuadra!

Además, la inseguridad ha evolucionado. Los delincuentes ya no solo actúan con violencia; ahora son verdaderos especialistas en el engaño y la tecnología. El robo de vehículos, por ejemplo, ha mutado a un “robo silencioso” donde los ladrones usan software para copiar el código de las llaves, llevándose los autos en cuestión de segundos. El “secuestro virtual”, con sus “llamadas cruzadas”, es otro ejemplo de cómo la delincuencia utiliza la ingeniería social para manipular a sus víctimas y robarles, todo sin siquiera tener contacto físico.

Este panorama nos deja con un reto claro: la lucha contra el crimen debe ser constante y adaptable. No basta con mostrar cifras a la baja. Es necesario que las autoridades se concentren en la impunidad, ya que más de la mitad de los casos denunciados no llegan a la fase de vinculación a proceso. Solo así se podrá reconstruir la confianza ciudadana y lograr que la seguridad en la Ciudad de México no sea solo una estadística, sino una realidad que todos podamos sentir.


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